SOBRE MÍ
También soy especialista en detección, evolución y tratamiento de abuso sexual infantil y en credibilidad de testimonio.
EXPERIENCIA. TRAYECTORIA PROFESIONAL
D urante muchos años he desarrollado mi labor tanto en el Hospital Universitari Vall d’ Hebrón (Barcelona) como en el Instituto de Psiquiatría y Psicología Clínica de Barcelona, formando parte de prestigiosos equipos de profesionales que no sólo me han aportado una amplia experiencia, sino también la oportunidad de aprender diferentes métodos de trabajo. Todo ello me ha permitido adoptar mi propia forma de abordar cada caso: siempre busco la estrategia más adecuada y eficiente para cada persona y cada situación. Ofrezco un trato individual y empático, donde la comunicación, tanto conmigo como contigo mismo, y la honestidad me permitan acompañarte, vencer tu bloqueo emocional y alcanzar tus retos.
Cuando era niña y me preguntaban qué quería ser de mayor tenía muy claro que quería ser feliz y además, contribuir de alguna manera a los demás. Cuando me tocó escoger carrera universitaria, lo tenía claro, quería ser psicóloga. Descubrí un mundo que me apasionaba y la vida me había ofrecido la oportunidad de desarrollar mi don (empatía) convirtiendo mi trabajo en aquello que más me gusta, el trato con las personas a un nivel profundo.
En la etapa en la que estuve en el Hospital Vall d’ Hebrón me di cuenta de algo, lo escribí, y hoy tras diecisiete años, quiero compartirlo con vosotros:
“El acto de crear es un paseo en solitario por un sendero interior. El transito requiere el compromiso de ofrecer algo a los demás. La andadura no termina nunca en realidad. Alguien aseguró que un cuadro nunca está terminado, que simplemente se detiene en un momento interesante. Y es así, la vida está llena de momentos interesantes. La creación no se limita al arte, también las relaciones humanas pueden crear… Y en la medida que las humanizamos, creamos eso que los demás tanto necesitan: afecto.
Ahora sé, que la más importante de las relaciones personales es la que establecemos con nosotros mismos, y también, la relación más descuidada, sin sospechar que todo lo que sucede en ella, se reflejará en las relaciones con los demás.
En la actualidad, trabajo sólo con niños porque ellos poseen una frescura y una creatividad que nosotros los adultos nunca debimos perder. En cierto modo, aprendo más de ellos que ellos de mí, al menos así lo creo. Pienso que de algún modo estoy en deuda con la Vida por todo lo que he recibido de ella, y me complace ofrecérselo haciendo lo que creo hacer mejor”.
Años después de escribir estas palabras, me sumergí en la psicología forense, concretamente en los procesos de familia. De nuevo, tuve la oportunidad de conectar mis estudios de psiquiatría infanto-juvenil con los de psicología jurídica, y desde esta perspectiva, ponerme al servicio de los niños ante un proceso de divorcio contencioso, con todo lo que ello conlleva a nivel tanto emocional como legal.
Como comentaba con anterioridad, he ido cumpliendo mi sueño: dedicarme a aquello que me apasiona, y por eso he continuado formándome tanto en el ámbito clínico- sanitario (infanto-juvenil y adultos) como en el ámbito forense, ampliando tanto mis conocimientos como las áreas de intervención.
Durante todos estos años, he logrado establecer una conexión honesta y profunda conmigo misma y con todos mis pacientes, comprometiéndome con determinación a seguir aprendiendo, formándome como clínica, porque como me dijo una vez mi mentor, el Dr. José Luis Macho (psiquiatra), “Para ser un buen forense hay que ser primero un buen clínico”. A él, por abrirme en su día las puertas de su despacho y darme la oportunidad de aprender, así como al resto de profesionales con los que he tenido el placer de compartir equipo de trabajo, Mil Gracias. Quien soy hoy es el resultado de ese aprendizaje conjunto.
La Psicología, etimológicamente “ciencia del alma” o “ciencia de la mente”, viene compuesta por el prefijo Psico- (psyche, mente) y el sufijo -logía (ciencia, estudio). Por extensión, el símbolo “Ψ” se popularizó también como una forma de designar a la ciencia de la mente.
En la mitología griega se suele representar a la diosa Psique con la figura y apariencia de una joven con alas de mariposa, y es la hija menor del rey de Anatolia. Los escritos mitológicos suelen referirse a Psique como una diosa de gran belleza, que representa la bondad y el alma humanas.
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